21 de agosto de 2011

Las cosas de la vida...

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Muchas veces me pasa que siento que estoy durmiendo despierta, miro a los árboles y recuerdo momentos de mi infancia, tiempos en los que nada me preocupaba demasiado y lo más relevante en mi vida era como iba a salir sin que mi madre se diera cuenta que no me había tomado la sopa (plato que hasta el día de hoy odio con toda mi alma). Se que gran parte de lo que yo era en ese momento a cambiado, es más, hoy es 21 de agosto lo que quiere decir que faltan menos de tres semanas para mi cumpleaños; Los 18 años han llegado a mi puerta y la verdad es que no me duelen ni me alegran, es un años más que voy a vivir, cuatro estaciones pasadas, y aunque a esta edad se le de una gran importancia por los nuevos "privilegios" que obtengo la verdad no son la gran cosa (Ya compraba y fumaba de antes, tomaba de antes, incluso aprendí a manejar con mi abuela).

Si lo pienso con cuidado hoy por hoy soy feliz, quizás más feliz en comparación a mi infancia, tengo los amigos más buenos que se pueden pedir (de esos que aunque son pocos parece que fueran un ejercito cuidando tus espaldas), una pasión, un sueño que quiero realizar, una persona que me hace sonreír con solo recordar su cara y por sobre todo la convicción de que el día de mañana las cosas saldrán bien...
Aun miro mi infancia con una cierta nostalgia melancólica, después de todo fueron esos tiempos los que me hicieron lo que soy hoy (una mujer con alma de niña que se queda pegada mirando las copas de los árboles, los pajaros, y disfruta con los espacios abiertos, verdes y llenos de viento).
Quizás una de las cosas que más guardo en mi cabeza es la imagen de mi abuelo escuchando Vincero de Pavarotti, con la mirada puesta en algún punto en el infinito como si lo estuviera observando en vivo.

En fin... me gusta recordar, aunque hay algunos momentos de mi vida que me encantaría borrar ya que aun me persiguen, pero supongo que sera mi trabajo el espantarlos.

Por otro lado (en una nota menos filosófica jeje) las cosas en Santiago son bastante puntudas...como un erizo, me encantaría que los conflictos se solucionaran rápido, que los que tiene el poder lo soltaran y abrieran los ojos, que vieran que somos muchos más...
Es mucha impotencia...mucho dolor y muchas cosas perdidas, tantas injusticias que parece que nadie recuerda, y ya es casi estúpido que solo falta esperar.
Los quiero a todos en las calles...
Los quiero a todos gritando...
Los quiero a todos luchando...